viernes, diciembre 26, 2008

Amigos.

Se aproxima el primer aniversario de la partida de mi viejo. Y debo reconocer que han sido días duros, es complicado verse obligado a compartir con mucha gente, andar con cara de alegria frente a la apertura de regalos, cuando en el fondo de tu corazón lo único que quieres es estar solo, sentado en una terraza, mirando el cielo.
Pero en esas situaciones aparecen los amigos, esos compañeros de ruta que por opción han decidido tener un vínculo contigo, y uno con ellos, personas que aparecen en escena justo cuando se les necesita. Este año, desde la partida de mi papá, he tenido la oportunidad de reencontrarme con viejos amigos del colegio, en realidad 2, pero ha resucitado esa complicidad y fidelidad que sólo los amigos de verdad pueden tener. Estos, sumados a los amigos que vienen desde hace un tiempo, del colegio y de otros ámbitos, que se han cruzado en el camino, y han aportado a construir una amistad generosa.
Mi viejo desde chico me enseñó el valor de la amistad, la importancia de cuidar a los amigos, y sobre todo, a disfrutar de lo que dejan y construyen los amigos: lealtad, confianza, cariño, desahogo y un largo etc.
Mi padre tenía muchos amigos, era un tipo que se hacía querer, y al mismo tiempo exigía a sus amigos la misma entrega que él ofrecía, eso fue una lección muy importante, el balance en la entrega ayuda a mantener y perpetuar una amistad.
Por suerte, yo he ido pudiendo replicar el modelo, es cierto que he perdido algunos amigos, pero también he ganado, y las pérdidas dejan lecciones.
No es mucho más lo que se me ocurre escribir, sólo gracias a cada uno/a de ustedes, saben quiénes son, y no los voy a nombrar individualmente porque se me puede quedar alguno afuera y despues andan llorando....


Un abrazo grande, ojalá nos veamos pronto, con un abrazo, un trago y un grato momento lleno de cariño y amistad.... como siempre.




PD: Para l@s puristas, y/o amigos del lenguaje, aqui uso la palabra amigos en términos amplios, lo que incluye a las amigas, bien saben que no tengo problemas en el tema género.
PD2: el 31 a las 12:00 del día se realizará en el SIEB una misa en memoria de mi papá.

martes, diciembre 16, 2008

Obama y nuestra política pokemona.



How do you know what you can be?, if you can't see where you are going?
(Bad Religion, “The Lie”, 2002)



Es innegable que la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos ha sido un hecho histórico, no sólo para ese país, sino que también para todo el mundo. Básicamente porque este acontecimiento ha implicado la ruptura de una serie de paradigmas, que hasta el momento de la confirmación de los resultados de la elección, eran considerados unos axiomas intocables.
Por ejemplo, uno de estos axiomas tiene relación con la posibilidad de que un afroamericano fuera electo presidente de un país como Estados Unidos, siempre se dudó acerca de la posibilidad de que eso ocurriera, incluso en los momentos finales de la campaña, era un factor que muchos sectores conservadores (y porque no, reaccionarios) sacaban a colación como argumento para la no elección de Obama.
También la forma de hacer campaña generó dudas, rechazar el aporte fiscal (de alrededor de 80 millones de dólares) para su campaña, apostando a la recaudación privada y de la ciudadanía como principales sustentos, llevó a muchos a sospechar sobre la legitimidad del origen de estos fondos. Sin embargo, recaudó sumas históricas, gracias a aportes espontáneos de miles de ciudadanos.
Desarrolló una fuerte campaña de marketing, utilizando prácticamente todos los recursos comunicacionales disponibles (T.V., radio, prensa, Internet, teléfono, y alguno que se me quede en el tintero), pero además este marketing lo hizo acompañado de un fuerte contenido discursivo.
El discurso de Obama es atractivo en muchos sentidos, apela al cambio (¿les suena conocido?), pero no se queda sólo en la apelación, sino que además enuncia los cambios que haría, no habla mal de la políticos ni de la política, tampoco habla de una “política 2.0”; todo lo contrario, creo que Obama representa de manera fiel, clara y evidente, el cómo se debe traer de vuelta a la política, adaptada al siglo XXI, pero de ninguna manera una V2.0, sino que la misma pero con una enchulada.
Muchos de nuestros políticos, “jóvenes” y también varios veteranos, han tratado de sacar ejemplos, enseñanzas, y por supuesto, algún rédito de todo el fenómeno que se generó con el electo presidente estadounidense. Las estrategias de nuestros hábiles políticos pasaron desde ideas tan “geniales” como incluir en sus afiches de campaña para concejal una foto “abrazado” con Obama, o hacer una copia vil (en formato y colores) de los afiches del entonces candidato a presidente pero para la campaña de alcaldes. También aparecieron discursos de todos los ámbitos de nuestra política nacional, tratando de emular a Obama.
Pero lo triste de todo esto, es que, una vez más, nuestra política es incapaz de mirar más allá de lo evidente, nuestra política-marketing, sólo rescata temas de imagen, de impronta, pero nada de sustancia y discurso. Al igual que nuestros pintorescos pokemones, nuestros políticos parecen más preocupados de “parecer” que de ser, están más preocupados de alisarse el pelo (o encrespárselo dado cierto fenómeno mediático millonario y reciente), que de desarrollar ideas consistentes. Obama fue un ejemplo real de cambio y renovación, en imágenes e ideas, pero aquí tratan de mantener lo mismo, pero maquillado.
¿Qué queda entonces?, que nosotros, los ciudadanos, seamos capaces de rescatar las lecciones que nos dejó Obama, que tengamos un rol más activo como electorado, y exijamos cambios de verdad, una renovación de personas e ideas, pero en serio; es la única forma de poder dar el salto que buscamos, asumiendo un rol activo en exigir y proponer, solo asi podremos traer de vuelta a la política en serio.