miércoles, febrero 20, 2008

Cuba.


Ayer escuché la noticia que decía que Fidel Castro Ruz renunciaba a aceptar sus cargos de Comandante en Jefe y de Presidente del Consejo de Estado. Todo esto por motivos de salud, algo así como "salud incompatible para el cargo". Bastó que saliera este anuncio publicado en el diario "Granma" (hace falta uno así en Chile), para que quedara la cagá a nivel mundial.

Salen varios presidentes hablando casi todos lo mismo, que "es una oportunidad para la democracia en Cuba", incluso aparece George W.EA Bush ofreciendo cooperación para "la libertad y la democracia en Cuba", como si su plan de instalación de "libertad y democracia" en Irak hubiera sido tan exitoso.

Sin embargo, han aparecido informaciones como las que salen en la portada internacional de radio cooperativa que dice que los cubanos se lo han tomado con mucha tranquilidad, y que encuestas publicadas dicen que un número importante de cubanos residentes en Cuba, dice que lo más lógico sería que Raúl, el hermano de Fidel asumiera el rol de líder y conductor de "la Revolución". Por supuesto también ha aparecido un sinnúmero de analistas y politólogos diciendo "es una gran oportunidad para la apertura de Cuba" y otras cosas que no hacen más que caer en lugares comunes y obviedades discursivas que poco aportan.

Sin embargo, y lo que de verdad quería expresar es lo siguiente: Hace un par semanas llegué de Cuba, en donde estuve 1 semana descansando y reponiéndome de los últimos y agitados meses. Tuve la oportunidad de compartir con varios cubanos, tanto en La Habana como en Varadero, y la verdad, ellos no conocen otra forma de vida aparte de la que han tenido los últimos 50 años, sin embargo, tienen muy idealizado el cómo es "el mundo exterior", piensan que todos los que vamos a visitar Cuba somo millonarios, y es verdad, es un pueblo pobre para nuestros estándares, pero con una educación y una cultura que ya se quisieran muchos de nuestros más acaudalados personajes. Tienen salud y educación súper garantizadas, y de calidad. Es un pueblo feliz, que baila y canta en las calles. Es un pueblo de músicos, trovadores, y poetas, un pueblo que vive tranquilo sin malls, sin farándula, con una televisión un poco antigua, pero de buena calidad.

Y la verdad, creo que no hay nadie más adecuado para decidir qué hacer con Cuba, que el mismo pueblo cubano. En Occidente tenemos esa puta y maldita manía de pretender imponerle a cualquier país, o cultura nuestra forma de ver las cosas (que no estoy seguro sea la mejor). No podemos entender que puede haber otras culturas con otra concepción de ser humano, otra concepción de vida, en fin, con otra forma de ser. Creo que debemos ser cuidadosos a la hora de opinar qué es lo que debe hacer (se) con Cuba. Lo más democrático que puede ocurrir, es que el mismo pueblo cubano decida qué hacer y decida quién debe encabezar (o continuar) el proceso. Imponerles malls, cambiarles la idea de persona por la de consumidor, y todo eso que tiene la idea de "libertad y democracia", de golpe y porrazo no puede sino traerles problemas y daños a un país que puede aportar mucho en lo cultural, social, educativo, entre otros aspectos.
Respeto para un proceso que no es de nadie más que de los cubanos que viven en Cuba (no en Miami). Como decía en un muro de La Habana, "Sin cultura no hay libertad"; pues bien, demostremos que somos libres, respetando la autonomía y la libertad de opción del pueblo cubano.